Tras las huellas de Martí: La Habana Vieja (I) (+Fotos)

Diseño: Gilberto González García

Autor: Gilberto González García

José Martí nació en La Habana Vieja y vivió allí durante sus primeros años. No es raro entonces que en las vetustas calles y edificaciones de esa localidad perduren aun sus huellas.

Muchas de esas huellas no fueron debidamente preservadas durante la primera mitad del siglo XX, pues a pesar de lo que se daba a entender, la figura del Apóstol no era tan importante para los gobiernos de turno.

Al triunfo de la Revolución, en enero de 1959, comenzó una sistemática labor de rescate y divulgación de la vida y obra del hombre que inspiró a Fidel Castro y sus seguidores en la lucha por la total y verdadera independencia de Cuba.

En el aniversario 496 de la fundación de la villa de San Cristóbal de La Habana, esta galería de fotos muestra algunos de los lugares de La Habana Vieja relacionados con el Héroe Nacional, contemplados en uno de los tres itinerarios martianos organizados por la filial habanera de la Sociedad Cultural José Martí.La promotora cultural de esta institución, Ligia Ruiz Espín, nos muestra los lugares y nos explica su significado.

Casa Natal de José Martí, ubicada en la calle Leonor Pérez (entonces llamada Paula) entre Egido y Picota. Allí nació el más universal de los cubanos el 28 de enero de 1853. Una casa modesta, de mampostería con el techo de tejas y las escaleras de madera. Los padres de José, Doña Leonor Pérez y Don Mariano Martí, compartían este habitáculo con familiares de él debido a los pocos recursos económicos de la familia.                          Esta foto de época muestra el primer acto de homenaje ofrecido a José Martí el 28 de enero de 1899, cuatro años después de su caída en combate. En ese momento se colocó la tarja de mármol que identifica la casa como lugar de nacimiento del Apóstol. Entre los presentes se encontraban familiares de Martí y su mejor amigo: Fermín Valdés Domínguez. La casa quedó convertida en museo en igual fecha, pero de 1925 y en 1949 fue declarada Monumento Nacional. Foto: Cortesía de Ligia Ruiz Espín.

                               

Iglesia de San Francisco de Paula. Por ser la parroquia más cercana a la casa de José Martí, es seguro que allí acudiría su familia, muy devota, para participar en las liturgias. Ubicada en la esquina de las calles San Pedro y Paula (Leonor Pérez). Hoy es una sala de conciertos y sede del Conjunto de Música Antigua Ars Longa, de la Oficina del Historiador de La Habana. Foto: Gilberto González García.
Este aspecto tenía la iglesia de San Francisco de Paula. Se construyó por primera vez en 1666, una edificación rústica, mas luego se destruyó y volvió ser construida en 1745. Anexo se encontraba el llamado hospital de recogidas, a donde iban a dar las mujeres pobres que tenían la mala suerte de quedar embarazadas sin estar casadas. Foto: Cortesía de Ligia Ruiz Espín.
 

La Alameda de Paula. Era el único paseo que tenía la ciudad intramuros. Uno de los pocos lugares a los que las familias podían ir a pasear en las tórridas tardes. Antes de construirse era un terreno baldío donde se depositaba la basura que se generaba en el leprosorio de Rincón. Luego se limpió y se construyó la alameda con pavimento de tierra. Foto: Gilberto González García.

Este aspecto tenía la Alameda de Paula, proyectada por el coronel de ingenieros Antonio Fernández Trebejos y construida hacia 1777, según se aprecia en este grabado de la época. Al fondo se ve el teatro Principal, al cual acudía el niño Martí con encargos del peluquero Bermúdez, con lo que agregaba algo de dinero a la economía familiar. Al niño, ávido de aprender, le permitían presenciar las obras entre bambalinas y esto ayudó a su sólida formación cultural. Hoy no quedan vestigios del coliseo. Foto: Cortesía de Ligia Ruiz Espín.

Otro de los templos católicos relacionados con la historia familiar de José Martí es la iglesia de Nuestra Señora de la Merced, ubicada en la calle Cuba esquina a Jesús María. Su construcción se inició el 31 de enero de 1755. Foto: Gilberto González García.

En esta foto se aprecia el altar de la iglesia de Nuestra Señora de la Merced. Foto: Gilberto González García.

Iglesia del Espíritu Santo, calle Cuba esquina a Porvenir. Aquí fue bautizada por el presbítero Don Manuel Vázquez, el 16 de noviembre de 1859, Pilar Eduarda, hermana de José Martí Pérez, quien había nacido tres días antes y fue una de las hijas de Don Mariano y Doña Leonor que murió muy joven.  El templo se inauguró el primero de junio de 1632 y fue consagrado al Espíritu Santo por los negros emancipados que ya por esa época eran numerosos. Foto: Gilberto González García.

Interior de la iglesia del Espíritu Santo. Foto: Cortesía de Ligia Ruiz Espín.


Real y Pontificio Colegio de San Gerónimo. Antecedente de la actual Universidad de La Habana, una de las primeras que tuvo la América Latina. En este lugar cursó José Martí la segunda enseñanza. La foto muestra una maqueta que se localiza en el vestíbulo del lugar, pues del edificio original muy poco se conserva. Foto: Gilberto González García.

Grabado de la época donde se aprecia la forma original del edificio del Real y Pontificio Colegio de San Gerónimo de La Habana y a la derecha el aspecto actual del edificio. Foto: Cortesía de Ligia Efraín Espín.

Bufete de Miguel F. Viondi,  localizable en la calle Empedrado número dos, esquina a Mercaderes, en el cual trabajó Martí como pasante y donde tuvo la oportunidad de conspirar en contra del gobierno colonialista español en compañía de Juan Gualberto Gómez. Foto: Internet.