lunes, 24 de noviembre de 2014

El Castillo de los Tres Reyes del Morro

Fortaleza los tres reyes del morro.
Foto:
restaurantlacasa.wordpress.com


El Castillo de los Tres Reyes del Morro de La Habana adopta este nombre para evocar por una parte a los tres reyes magos y, por otra, a la porción de terreno donde se encuentra enclavado, alto, rocoso, escarpado, aislado y a la orilla del mar.

En la real cédula del 10 de diciembre de 1588, el rey Felipe II aclara cómo debía llamarse este fuerte, y el de San Salvador de la Punta. Sin embargo, una real cédula del 20 de marzo de 1614 hace constar que en la primavera de ese año quedaba terminada la capilla del castillo y en su altar tenía “... un retablo de la adoración de los Reyes que era la vocación del castillo”.


Apostado sobre una alta roca, el Castillo de los Tres Reyes del Morro representa la clásica fortificación permanente abaluartada del siglo XVI. Lo accidentado del terreno impidió que alcanzara la perfecta simetría de las plantas renacentistas.

Es un polígono irregular que se ajusta a una larga lengüeta que sale al mar y da paso al puerto. Por el frente de tierra tiene una cortina y dos medios baluartes asimétricos con una dimensión de 742, 50 pies (213, 28 metros); por el canal de entrada al puerto otra cortina une dos medios baluartes también asimétricos y unas murallas quebradas que abarcan 793, 60 pies (227, 96 metros), y por la costa, una plataforma y otra serie de murallas irregulares cierran la edificación con una extensión de 777, 20 pies (223, 25 metros). Por sus tres lados tiene unos 2 313, 30 pies (664, 50 metros).

La fortaleza se proyecta en las aguas en ángulo agudo, y desde allí se escalonan y abren sucesivas cortinas hasta alcanzar el lado posterior en que comunica con tierra, protegido por dos baluartes y un foso. Sus espacios interiores poseían un sistema dinámico de interconexión entre sí, que se completaron con diferentes vías de acceso y de comunicación adecuadas.

El frente de tierra o abaluartado del castillo está formado por una larga cortina proporcionada y unida por dos flancos acasamatados y dos caras de baluartes. Hacia el noreste se levanta el medio baluarte de Tejeda, al sureste se sitúa el baluarte de Austria, nombrado así por la dinastía a la que pertenecía el rey Felipe II.

Forman parte de la defensa exterior que acompaña el frente: el foso, concebido sin agua y profundo para impedir el paso del enemigo; la contraescarpa, pared opuesta al muro escarpado del castillo, que tiene como intermediario al foso; el camino cubierto, terreno natural inmediato a la contraescarpa, que se extiende paralelamente a la línea del frente de tierra y estuvo delimitado y protegido por una estancada y después por un parapeto, para la alineación de la tropa y la fusilería; el glasis, terreno continuo en declive que aumentaba la fuerza de atrincheramiento, dificultaba la bajada al foso y cubría la obra a los ojos del ofensor.

El frente de mar, situado al sur por la parte del canal de puerto, está formado por una cortina, con la entrada principal del fuerte al centro, flanqueada a la derecha por una cara del baluarte de Austria y a la izquierda, por el baluartillo de Santiago; en la misma banda, a una altura inferior, se establecen las baterías de la Estrella y los Doce Apóstoles como principales escudos exteriores.

(Con información de EcuRed)

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